Gotas de miel y besos sin
labios, inundan el jardín de nuestros encuentros. Me miras y yo con mis
mejillas entonadas de pájaros azules, te desvío las palabras que nunca
dices. Hay un Sol escondido entre las esquinas de este jardín y observo a
través de los rayos que respladencen en tú mirada, el surgimiento de
una inmensa necesidad de abrazos entre estas dos almas perdidas.
Llegas
nuevamente y a lo lejos percibo esa fragancia de café y canela que se
ha desbordado de tú vaso sobre mi, como cada tarde de Verano donde nunca
hemos coincidido. Miras el reloj y yo cuento los inmensos minutos que
necesito de tú presencia, tú dulzura y tú sola compañía.
Recuestas
tú cuerpo sobre donde se posan mis raíces y aunque sé que nunca he
estado sola en este viaje de emociones, suspiro al recordar los
sentidos que has robado de mi pecho, donde sigo siendo tuya, como del
fuego es la ceniza y como del universo es mi sendero. Así empiezo a ser
de ti cada día, sin mirarte siquiera.
Mis huellas pertenecen a tu
cuerpo a través de cada centímetro que han recorrido nuestros encuentros
y a través de cada kilométro de mi necesidad, sabiendo que tú siempre
aparecerás, aún sin rostro, y que has estado ahí escondido entre las
nubes de mi desnudo jardín.
En este encuentro, he sido esclava de tus
lágrimas y tus sonrisas, cuando ellas inundan tú alma a través del
mismo Sol que ha rozado tus cabellos, tan suaves como copas de algodón,
llenitos de mar.
Mi silencio ha sido perpetuado en cada abrazo que
te he regalado a través de mi piel,llena de sueños, lluvias, arcoiris y
de pequeños olvidos que le he regalado a tus ojos.
En este jardín, Sé
que cuando me cubro de verde te robo sonrisas infinitas y que mi
fragancia de mar te recuerda épocas antiguas, pero con tú voz, con tus
labios llenitos de peces y con tus miradas de constelaciones
celestiales, me resultas el sentimiento más poderoso para sentirme, cada
tarde y de nuevo junto a ti, la florecita más hermosa y humana, que
jamás ha podido existir.
Bello escrito...una mezcla entre nota, declaración, epístola y poema...es grato leerlo definitivamente.
ResponderEliminar